Una imagen de su libro Photographs of British Algae: Cyanotype Impressions, 1843 |
Anna Children mejor conocida como Anna Atkins, nació en 1799 y vivió una infancia poco común para la época pues creció rodeada de ciencia. A los 20 años de edad, ilustró con grabados un libro sobre conchas publicado por su padre, quien era químico y mineralista.
Además de ser botánica, se considera a Anna Atkins la primera fotógrafa del mundo, que si bien sabía manejar una cámara, aprendió el proceso fotográfico de cianotipia con John Herschel, el inventor del método.
Recopilaba algas de las Islas Británicas, y las colocaba las muestras en papel, que se trataba con citrato de amonio férrico y ferricianuro de potasio, que al exponerse a la luz solar, reaccionaban, volviendo al papel de color azul obscuro y dejando a la imagen en color blanco; como los “blueprints” usados para planos arquitectónicos y en ingeniería. Estas imágenes no son consideradas propiamente fotografías, sino más bien fotogramas, pues a pesar de obtenerse por procesos similares, no se utilizaba una cámara. Brillante como era, Anna identificó la utilidad de la fotografía para fines científicos, pues las imágenes resultantes eran más precisas y detalladas que un dibujo.
A partir de 1843, durante 10 años, compiló sus imágenes en un libro llamado “Photographs of British Algae: Cyanotype Impressions”, que además de ser el primer libro de fotografías del mundo, se convirtió en una publicación de 4 volúmenes, en colaboración con la botánica Anne Dixon, con series de 389 fotogramas y texto escrito a mano. Elaboró 13 copias que tenían variaciones entre ellas, pues su contenido dependía de a quién iba dirigido (su libro no fue comercializado). El hecho de que sólo existieran 13 copias, implica que su valor actual alcanza más de 285 000 dólares en subasta.
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