La luz LED, que poco a poco se coló en nuestras vidas, debido a las múltiples ventajas que representa, comparte nombre con esta banda orgullosamente mexicana que, con un video con temática ecológica, canciones con títulos referentes al espacio, y el uso de la tecnología como recurso para ofrecernos una experiencia audiovisual durante sus representaciones, es difícil no relacionar con la ciencia.
Esta tecnología –la luz LED- implicó décadas y décadas de trabajo, tuvo su origen cuando los investigadores se dieron cuenta, que al aplicar una corriente eléctrica a los llamados diodos (que son componentes eléctricos que sólo permiten que la electricidad se mueva en una dirección), el material no se calentaba, pero emitía una luz débil.
La luz puede producirse a causa del calor (como los focos incandescentes que solíamos usar en casa), por reacciones químicas (como los glowsticks en los antros) o como en el caso de las luces LED, por una corriente de electrones que fluye con un material con ciertas características, fenómeno que conocemos como electroluminiscencia.
Los primeros LEDS, eran infrarrojos (esa luz no es visible para nuestros ojos), pero conforme las investigaciones evolucionaron, se crearon “foquitos” más grandes y brillantes que producían luz amarilla/roja, hasta que el uso de otros materiales, permitió la creación de focos LED blancos para el uso en casa, o lucecitas de múltiples colores para fines lúdicos, estéticos y artísticos, como hace esta banda originaria de Toluca, actualmente establecida en la Ciudad de México.
Al preguntarle la influencia que tiene la ciencia en su música, De (o Dení con acento en la í, quien además de ser tecladista de la agrupación, hace periodismo cultural) comentó:
“…Tenemos una relación especial con el espacio, de hecho Cometas y Niña Espacial no son las únicas de nuestras canciones que hacen referencia al cosmos, están Al Infinito, Estrella Lunar y Mi Noche, que seguramente podrán escuchar próximamente.
Nos llama mucho la atención la idea de que, como seres humanos, somos pequeñísimos frente a la inmensidad del Universo y quizá seamos la única especie capaz de crear música.
Creemos que existe una relación cósmica entre la sinceridad con la que se produce la música, un sentimiento tan puro que se convierte en arte en el momento en el que se emite, y con la conexión que se genera a través de esta red de sentimientos multisensorial. De ahí también nuestra necesidad de presentar al público un concepto totalmente ‘audiovisual’, en el que, a través de nuestras múltiples luces de colores en movimiento, intentamos recrear el Universo.
Y como dice Tom DeLonge, ‘en el momento que nos percatemos de lo insignificantes que somos en el Universo, nos vamos a poder dar cuenta de lo mucho que nos necesitamos los unos a los otros’.
No es sólo imaginarte qué ‘hay más allá de lo que conocemos o de lo que podemos comprobar científicamente’, sino de pensar en cómo vas a trascender, y no, no nos queremos meter con cuestiones religiosas, sino más bien crear conciencia; ser conscientes de que muy probablemente somos seres que pueden trascender, de que la vida no acaba aquí”.
En lo personal, puedo comentarles que tanto Dení, como Uzziel –vocalista de la banda-, son dos de las personas no-científicas con alto grado de curiosidad científica, que tengo el gusto de conocer; y aunque la recreación del Universo que nos regalan durante sus presentaciones es desde su muy particular punto de vista, la ciencia no está peleada con el arte, al contrario, no hay nada más humano que la capacidad de observar la naturaleza, interpretarla y maravillarse con ella. Los invito a seguir de cerca su música, que estoy segura, nos ofrecerá muchas sorpresas.
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